El Flamenco Jazz sedujo al legendario Jerry González
Luis Raul Montell
Cuando Jerry González decide irse a España, ya era una leyenda viviente del Jazz Latino, estableciendo su residencia en la cosmopolita y tradicional capital, Madrid. Su imagen internacional de talentoso y virtuoso músico, alcanzo aún más notoriedad con la película “Calle 54” del cineasta español Fernando Trueba. Con ella, esta película, alzaron vuelo algunos artistas que aún se mantenían algo escondidos o bajo perfil.
Jerry, dejaba atrás para su historia, la etapa juvenil en la que se interesó por la trompeta y luego por las congas. Junto a su hermano el célebre contrabajista Andy, con su mismo apellido, fueron innovadores de la música caribeña y el jazz latino. Crearon el Conjunto Anabacoa, El Grupo Folclórico y Experimental Nuevayorkino, con este grabaron tres discos, en los que participaban luminarias como Alfredo “Chocolate” Armenteros, Oscar Hernández, Milton Cardona, Manny Oquendo y Nelson González, entre otros. Jerry siguió con el Rey del timbal Tito Puente, el pianista McCoy Tyner y el grupo de Jaco Pastorius, antes de erigirse como líder de la Banda Fuerte Apache con las que grabo y presento en Festivales alcanzando grandes elogios y reconocimientos, tanto en Europa como en America.
Jerry conocido por su carácter innovador e inquieto se había refugiado en el lugar de donde procedían sus ancestros: Puerto Rico. Hasta ese momento, año 2000, había cumplido una carrera honorable, la práctica y desarrollo de su Jazz Latino le eran propios, no era común, tenía un estilo y sonido que lo distinguía, muy creativo. Sus grabaciones y conciertos eran monumentos de arte musical.
Había dejado Nueva York, para reflexionar y buscar nuevos horizontes musicales, pero volvía a reencontrarse con la gente de su medio artístico y es así como es atraído a la Madre Patria. El pianista Chano Domínguez y Jerry González en la grabación de la película “Calle 54” y en el curso de las actuaciones lograron una amistad y entendimiento musical que preparaban lo que venía para el líder, trompetista y conguero de la célebre agrupación Fort Apache.
Empezaron a suceder eventos como este: El programa anticipaba que Chano Domínguez iba a tocar en solitario, pero Jerry González, que acababa de terminar su actuación con Fort Apache, permaneció sobre el escenario a mayor gloria del jazz hecho a pie de obra, sin preámbulos ni premeditación, ése que deja huella sobre polvo virgen y se complace en el hallazgo espontáneo y compartido. La brillantez cegadora con que Chucho Valdes había empezado la sesión dio paso a las bombillas, humildes pero reveladoras, que lucieron chispeantes en las mentes de los dos instrumentistas. En Caravan, antiguo himno del jazz latino, se sumó al dúo el estupendo bajista Andy González y el encuentro imprevisto terminó en un inventado trio y una audiencia gozosa junto a sus músicos. Ya Chano Domínguez y Jerry González formaban dúo de Flamenco Jazz.
https://youtu.be/8a27kVn7HYU?si=RqIS1WHnucNQfgu9
El vanguardismo de la Banda Fort Apache fue mejor entendido en Europa y Jerry decidió instalarse en Madrid. Fueron tiempos de fusión, donde el flamenco y el jazz nadaban entre dos aguas, pero ahora es cuando está viviendo gran momento por el surgir de compositores e intérpretes apasionados a esta candelosa y apasionante música
Las colaboraciones de Jerry se cuentan por docenas, para músicos y artistas tan variados como Martirio, Andrés Calamaro, Enrique Morente, El Cigala, Paco de Lucía, Miguel Blanco y Javier Limón.
Ya Jerry González, aquel muchacho que dio sus pasos de infancia y juventud en el llamado sector Fort Apache del Bronx, temible por los distintos delitos, peleas y hasta guerras que allí se escenificaban y donde su talento dio a la música preparándose para el presente y futuro, que brillo con distintas bandas, ahora pertenecía a la comunidad española de jazz, con mayor énfasis a los músicos que se proyectaban en el flamenco y Jazz Latino.
Las actuaciones de Jerry en Clubes de Jazz en todo el territorio español eran esperadas y ovacionadas. Se reunía con frecuencia con los grandes exponentes del flamenco para realizar toques y día tras día su interés por juntar el flamenco y el jazz crecía naturalmente, todo se producía espontáneamente, al igual que sus amistades y fanáticos. El icónico jazz club Café Central y el Cafe Berlin, en Madrid, eran lassede para las reuniones, toque, grabaciones de Jerry, prueba de ello está documentado en videos, que ahora son históricos,
https://youtu.be/GzGOMLBuZRU?si=v9K6d49VzBP6Qywy
El exitoso resultado de la película “Calle 54” y los conciertos que simultáneamente realizaban en vivo este grupo de estrellas, condujo a Fernando Trueba a reunirse con un grupo de amigos fanáticos del Jazz Latino y emprendedores para plantear su próximo proyecto y dar continuidad a “Calle 54”. Así nace, con bombos y platillos, “Calle 54” Jazz Club en el Paseo La Habana, Madrid, el cual se convirtió, rápidamente, en el sitio de moda de la capital, con una deslumbrante apariencia de cualquier jazz club neoyorkino y una inversión sin escatimar en lo más mínimo. El local no solo reflejaba buen gusto, el diseñador fue Javier Mariscal, sino también la pasión por el Jazz Latino: su música, artistas, decoración; allí el primer personaje era Jerry quien al estilo de improvisación de jazz integraba grupos musicales de amigos, que le permitían desarrollar su experiencia con extraordinarios músicos del flamenco. Las emociones y satisfactorios resultados de “Calle 54” Jazz Club, día tras día, hicieron olvidar a sus fundadores la parte administrativa del fondo de comercio, elevando a una deuda astronómica sus obligaciones, viéndose en la imperiosa necesidad de ceder el negocio a un grupo económico de Barcelona, quienes acometieron la gerencia del Club. Todo continuo como si no hubiera pasado nada, pero desde luego el perfil no era el mismo.
Todo esto inspiro a Jerry a tal punto de que, sin esperar más, conformo un super trio: lo llamo “Los Piratas del Flamenco”, con José Heredia “Niño Josele” (guitarra acústica) e Israel Suarez “Piraña” (maestro del cajón); Jerry por supuesto en la trompeta, fliscorno, congas y percusión y grabo para Lola Records, teniendo como invitados al cantaor Diego “El Cigala”, al guitarrista eléctrico Israel Sandoval y al bajista Andy, su hermano, para hacer todos un arreglo y versión maravillosa del clásico de Don Pedro Flores “Obsesión”. También participo el guitarrista Juan José “Paquete” Suarez en “Donali” (traducción latina de Flamenco Jazz del éxito del célebre Charlie Parker “Donna Lee”). Dedica al legendario maestro Paco de Lucia “Los Piratas de Lucia”. Hasta el humor sano se siente en esta producción que nació en Madrid y llego a New York y el mundo, Jerry estaba feliz, daba rienda suelta a su deseo de profundizar la fusión del flamenco con el jazz. Bulerías, rumba picante, tablao festivo, entre otros estilos del Flamenco Jazz están contenidos en este mítico álbum, el cual fue nominado como mejor disco de jazz latino a los premios Grammy y ganó el premio de la crítica en los premios de jazz de Nueva York como mejor disco de jazz latino.
Para ese momento Jerry se sentía “como niño con juguete nuevo”, su exploración estaba dando frutos. Puerto Rico, New York y el Bronx, aunque los quería, tenía un nuevo amor España y en Madrid estaba radicado definitivamente con su Flamenco Jazz.
La incursión y residencia posterior de Jerry en España fue tan significativa que hizo recuperar el gusto de los mismos españoles por el flamenco, ahora con esta magnífica fusión Flamenco Jazz. Pero no solamente en el público, sino en los músicos que comenzaron a seguirlo en virtud de su maestría y originalidad para tratar la música genialmente.
https://youtu.be/JkrVZP9hQps?si=-LhOcWhsGWsZ8TPi
Jerry era asediado por músicos, público, locales de primera línea, todos querían tenerlo. No obstante, la latinidad de su trompeta y el músculo jazzístico de su fliscorno enriqueció el estilo que aquí encumbraron a Chano Domínguez y Jorge Pardo. En Madrid se hizo gitano a su manera y enseguida obtuvo el beneplácito de toda la familia flamenca, a la que nadie puede engañar. Y es que el trompetista, empleado en los últimos años también con las tumbadoras, venía a sumar, no a repetir patrones.
En España grabó con todo aquel que tenía que decir a uno y otro lado del jazz y el flamenco, firmando incluso un estimable disco en gran formato, “Music for Big Band”, con el director de orquesta Miguel Blanco editado en 2006 por Youkali Music; Jerry pensaba en grande y lo concretaba. En este ambicioso proyecto incorporo con el maestro barcelonés Blanco más de cuarenta músicos, casi todos españoles, y algunos que ya marcaban sus huellas: Jorge Pardo, Perico Sambeat y Gorka Benitez.
Jerry se sentía a gusto con la movida madrileña y sus saraos, el formaba parte de la gran fiesta, era protagonista con sus acompañantes, sonaba flamenco jazz. Jerry realmente imprimía un sonido especial a su trompeta, Cuando Jerry González le ponía una sordina a su trompeta, el volumen de ella podía estar un poco bajo, pero las lenguas de fuego que parecen lamer la campana de su instrumento aún hierven a fuego lento y arden. El ritmo que imponía con las congas era celestial, lo consiguió en la calle.
"El Flamenco es como el blues de América. Tiene el mismo lamento. Es fácil para mí. Me gusta compartir con los gitanos", Jerry González.
“El primer álbum de flamenco que escuché en mi vida fue ‘Potro de Rabia y Miel’ de Camarón y Paco de Lucía, fue el disco de despedida de Camarón. Fue una revelación. No imaginaba entonces que acabaría grabando con el Maestro Paco en su álbum “Cositas Buenas”. Cuando llegué a España con “Calle 54″ enseguida me compré sus discos. Cada uno era mejor que el anterior. Este disco homenaje era lo mínimo que podíamos hacer quienes le conocimos y admiramos para reconocer lo que nos dio con su música”, decía Jerry González refiriéndose al gran maestro de la guitarra y a sus Piratas del Flamenco.
En su continuo trabajar en conciertos y colaboraciones con sus amigos, igualmente volvía a sus propias grabaciones en el 2011 con el sello Sunnyside graba con su Comando de La Clave un álbum maravilloso, inspirado en los rumberos de los Muñequitos de Matanzas.
El experimentado grupo constituido por: Alain Pérez, Javier Masso ‘Caramelo’, Kiki Ferrer, Israel Suarez ‘Piraña’, Alberto ‘Chele’ Cobo y el liderazgo de Jerry grabó un impresionante programa de estándares de jazz moderno fusionados con los ritmos de clave de la rumba cubana y flamenca en un día y medio. González también invito al vocalista de flamenco Diego El Cigala con quien tenía estrecha amistad, para agregar un tema que también actúa como lema del conjunto, “Avísale a mi contrario que aquí estoy yo, Mi oponente que estoy aquí”. Era el grito de batalla de una banda muy comprometida y leal.
Jerry ha participado también en muchas grabaciones, apoyando a artistas de la talla de Chano Domínguez, Llibert Fortuny, Lluís Vidal, Albert Sanz, Federico Lechner, Miguel Poveda, Javier Colina, Marc Miralta…
En su vida personal estaba igualmente feliz, por lo tanto se ahogaba de tanto júbilo, Conoció el amor, se casó, y vivía la dicha de la paternidad de una hermosa niña. Jerry estaba inspirado musical y paternalmente. Compartía su tiempo entre Madrid y Vigo, en esta última tenía residencia su esposa la cineasta viguesa Andrea Zapata-Girau. Sus amigos decian que Jerry andaba a caballo entre Madrid y Vigo.
Comentaban los que presenciaron su actuación del 23 de abril de 2014 en el Xancarajazz, el local ya desaparecido de Vigo que regentaba el también malogrado Gonzalo Villar, que fue memorable. Jerry decía: “En Vigo puedo respirar”.
En España siempre lo respetarán. Los gitanos lo reverenciaban como a un dios. En casi 20 años intervino en más de una treintena de grabaciones en que incorporó al lenguaje del jazz el embrujo de las bulerías y los lamentos gitanos.
Martirio, Diego “El Cigala” y El Niño Josele dicen que es el último pirata del flamenco porque su trompeta con sordina y sus afinadas tumbadoras entienden muy bien el legado de Camarón de la Isla, Pata Negra y otros exponentes de ese género de raíces gitanas.
“En España hacía falta la timba de Nueva York. No entendían la clave, pero poco a poco se han ido acostumbrando… tienen un gran oído para la rumba”, señaló entonces Jerry al subrayar, con su peculiar modestia, que es el único trompetista de jazz que tocaba flamenco en España. “¡Yo mismo no me lo puedo creer!”.
https://youtu.be/s3SKw0EKiVA?si=WwSWhsQ9CBFqwUJ-
Aunque su acogida en España es uno de los frutos de su aplaudida intervención en el documental fílmico “Calle 54”, con el tiempo supo -y se lo reconfirmó su madre- que su bisabuelo Gerardo Antonio González Toyos, era oriundo de Asturias, al norte del país.
Jerry González con una escuela y experiencia de vida compartida como amigo y discípulo de Dizzy Gillespie, colaborador de Paco de Lucia, Tito Puente, Eddie Palmieri, Freddie Hubbard, McCoy Tyner, Jaco Pastorius, Cachao Lopez, Andrés Calamaro, Enrique Morente y Diego El Cigala, entre otros, predicaba su lenguaje musical Flamenco Jazz.
La camada de músicos dedicados al Flamenco Jazz a crecido, indudablemente Jerry González ha sido un factor inspirador, dejo un vasto legado que ha despertado un interés creciente en este género musical. Hoy la cosecha incluye talentos como Antonio Lizana, Alex Conde, Andrés Barrios, Enrique Rodríguez “Enriquito”, Pablo Martínez, Angel Sanchez, Raynald Colom, Marc Miralta, Ernesto Aurignac y Josué Garcia, entre otros.
Aunque su salud había declinado en los últimos años, Jerry no se permitía dejar de reunirse en su ambiente musical, con sus amigos, así que vivía entre Madrid y Vigo, no dejaba de frecuentar los cafe Central y Berlin, se sentía a gusto, con sus clubs de jazz preferidos, desde su llegada a la capital española.
El final de Jerry ha sido trágico y prematuro. El músico que decía que en Vigo podía respirar no superó la parada cardiorrespiratoria en la que entró como consecuencia de la inhalación de humo en el incendio de su vivienda del barrio madrileño de Lavapiés. Consternación en el mundo de la música.
Los medios se encargaron de difundir la carrera del gran músico. Que se había adaptado a España y al flamenco. Sabían que el jugo un rol importante en el desarrollo del Jazz Latino en el siglo XX. Hoy podemos considerar también a Jerry como un máximo enaltecedor del Ibero americanismo, tema que debe ser tocado por las escuelas, academias de música y los foros de jazz latino y flamenco en el mundo.
Jerry González unió gente, cultura, arte, países de un lado y del otro del Atlántico…Viva el Jazz Latino!!...Viva el Flamenco Jazz!!
Viva The Latin Jazz!!
www.jazzcaribe.blogspot.com
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